martes, 17 de julio de 2012

El Libro que NO Puede Esperar




"Ahora lo lees, ahora no lo lees"





Ante la problemática de los formatos en los tiempos de la digitalización (asunto que tiene a los editores tronándose los dedos de preocupación), la editorial argentina Eterna Cadencia tomó una postura ante el e-book al diseñar un libro con una peculiaridad capaz de desafiar hasta la mismísima tinta electrónica.


“El libro que no puede esperar”, es una idea bastante curiosa, con la que se pretende incentivar al lector a realizar la lectura inmediatamente después de haber adquirido un ejemplar, ya que el texto desaparecerá a los 60 días de haber sido abierto.
Los libros están sellados pero cuando se quita el envoltorio y las hojas entran en contacto con el aire, la tinta comienza a desaparecer. En ese momento: empieza la cuenta atrás.
La editorial emprendió este proyecto para ayudar a nuevos y jóvenes autores, para los cuales es bastante difícil abrirse camino en el mundo literario y encontrar lectores. Sin embargo, el libro ya ha sido todo un éxito y Eterna Cadencia planifica lanzar una nueva tirada con nuevos escritores.


The Book that Can’t Wait

La intención de Eterna Cadencia al elaborar estos tomos de textos efímeros es apoyar a los escritores jóvenes y emergentes. Su apuesta por esta tinta que se desvanece se sustenta en la premisa de que la fecha de caducidad del libro es su garantía de que será leído por quien lo adquiera.

Al parecer, tanto fue el éxito de estos libros que justo en el primer día se agotaron todos los ejemplares. Por ahora, Eterna Cadencia ya tiene planes para imprimir otros proyectos usando este soporte.





Opinión personal: 


Que si estoy de acuerdo?

Que si me agrada esta revolucionaria idea eh... NAP…. La razón es muy simple…



En los últimos años han surgido una clase de lectores que tal vez esta idea les parezca la hostia ya que pertenecen a la generación de los “come libros”, unos individuos sin criterio, que no hacen más que pasarle por arriba las paginas sin apenas digerir lo que están leyendo, con el fin de alcanzar la meta de cierta cantidad de lecturas al año y se leen todo lo que les pase por los ojos, (aun si son solo basura juvenil comercial).

La idea de este libro con tinta que se desvanece a los 60 días no me parece la mejor de las ideas, ya que leer un libro es un placer no una obligación y como parte del disfrute me suelo tomar el tiempo que yo considere necesario para recrearme en el mismo.

Leer un libro es un ejercicio que necesita concentración y asimilación. Si, es muy intrigante el asunto de que la tinta se evapore y todo eso, para motivar a leerlo rápido y para saber si el autor logra romper el record de lectura de los lectores, pero que pasa si me ha gustado el libro y quiero que la tinta no se vaya o si me gustaría leerlo nuevamente? honestamente no le veo la gracia.

Nunca he estado de acuerdo con las técnicas de mercadotecnia de algunas editoriales y esta me parece la más absurda de todas, ya que carece de propósito convencional a lo que expone.

En definitiva y para finalizar, no me gustaría tener una biblioteca llena de libros vacios, una de las cosas más hermosas es poder revivir un libro que nos haya gustado mucho leyéndolo una o varias veces más.




1 comentarios:

bookeateer dijo...

Totalmente de acuerdo contigo... que tonterías las que se inventan las editoriales!!! van a terminar por arruinar el amor a los libros!!! a mí me encanta leerme y releerme un libro una y mil veces además de prestárselo a mis amigos, un libro es para leerlo rapido y luego despacio saboreando las palabras y las frases, bueno así los leo yo :)

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